Un tiempo para decidir

Escrito por el 29 - 01 - 2015 en blog | No hay comentarios

Con frecuencia buscamos ayuda psicológica para que nos ayude a tomar una decisión que consideramos fundamental en nuestras vidas.

Pero solemos hacerlo con la energía mermada, con un desgaste emocional avanzado y en un estado de tristeza y desolación que no parece ayudar a ver las cosas con claridad. Se impone la necesidad de relativizar de un modo adecuado la situación, y para eso, suele ser una buena idea empezar por fortalecer nuestro ánimo.

¿Cómo voy a hacer eso?  -Es la primera cuestión que se nos plantea –

¡No tengo ganas de hacer nada!

Efectivamente, el no tener ganas  nos lleva a no hacer nada. Pero el no hacer nada nos lleva a no tener ganas. Y puestos a alimentar este círculo vicioso, tenemos el poder de hacerlo engordar hasta límites exagerados…

Seguramente, todos nosotr@s en algún momento de nuestra vida, nos hemos sentido así, desganad@s, sin encontrar sentido a nada y con una desmotivación que nos mantiene en un estancamiento crónico.

En esos momentos, es una buena idea buscar ayuda profesional, que nos permita ver “el problema” desde un punto de vista diferente y más objetivo. Eso nos hará conscientes de que para tomar una decisión, el primer paso debe ser encontrarn@s preparad@s para hacerlo;  y propiciar un cambio en el foco de atención, puede ayudarnos a empezar a funcionar de otro modo.

Pasar de un estado de “debilidad” emocional a otro de más fortaleza, implicará cambios en nuestras actividades y en nuestro modo de enfrentar las situaciones, a veces tendremos que experimentar y probar con cosas nuevas sin saber muy bien como resultará… lo que sí está claro es que no podremos cambiar nada si seguimos haciendo lo mismo.

Estimular la creatividad y poner en marcha estrategias que nos permitan volver a creer en nosotr@s, forma parte de un proceso gradual, y dependerá en gran medida de los recursos utilizados. A medida que nos vayamos sintiendo más segur@s, nuestra capacidad de razonamiento también se irá aclarando de manera que nos resultará mucho más sencillo tomar la decisión adecuada.

Siempre es una buena idea no decidir en caliente, darnos un tiempo para templar, gestionar  y equilibrar nuestros pensamientos, nuestras conductas, y nuestras relaciones.

“Nunca tomes una decisión de largo plazo, basada en una emoción a corto plazo»

 

Pilar Crespo

Psicóloga en La Habitación Psicología

Deja una respuesta