El estrés postraumático se caracteriza por una serie de síntomas causados por un suceso o un hecho que ha generado una grave conmoción en la persona. Este trastorno, asociado a la ansiedad, se expresa de diferentes modos. Uno de ellos se refiere a la fobia o ansiedad social, que impide al individuo relacionarse normalmente con su entorno.
Definición y síntomas
Las personas que sufren este trastorno tienen un miedo excesivo a participar en eventos o situaciones sociales. Con frecuencia se sienten observadas y juzgadas por los otros. Esto lleva a un estado de inhibición, de profundo malestar, que no les permite tratar con desconocidos. No hay que confundir esta afección con la timidez. La ansiedad social, a diferencia de esta, limita, obstaculiza el desarrollo normal de la vida cotidiana. Los síntomas pueden ser tanto físicos, hiperventilación, taquicardias, sequedad en la boca o nauseas, como psicológicos, con la aparición de pensamientos negativos que se traducen en miedo o inseguridad ante lo que piensen los otros.
Causas del estrés postraumático
Como ya hemos mencionado, las causas pueden deberse a un hecho traumático como un conflicto bélico, un desastre natural, al abuso físico, a un accidente o una enfermedad. También puede atribuirse a la genética o a la educación en el entorno familiar, incluso a la falta de autoestima. Estas personas, a menudo, se sienten frágiles, temerosas del juicio ajeno, incapaces de abordar un reto que implique una interacción social. La aparición de este trastorno depende de la intensidad, de la naturaleza del suceso y de la sensibilidad de la persona.
Este trastorno puede afectar a la vida familiar y laboral del individuo si no se trata convenientemente.